Una escafandra de buceador modelo Mark V que data del año 1941 y fue fabricada en Boston para la Marina de los EEUU.
Se trata de una pieza de coleccionista de alto valor que ha estado siempre en el Club Náutico de Altea y que con motivo de la apertura de su nuevo restaurante “Bon Vent” se ha procedido a su restauración. Esta escafandra de buceador modelo Mark V data del año 1941 y fue fabricada en Boston para la Marina de los EEUU.
El primer prototipo de Mark V fue producido en 1916, pero no fue hasta los años de la Segunda Guerra Mundial (1939 y 1945) cuando se produjo un verdadero desarrollo de la producción de este modelo de escafandra.
A comienzos de los años 40 la tecnología acelerada por las necesidades de la guerra logró que los buzos tuvieran autonomía absoluta sin depender de la superficie, desarrollando los primeros equipos autónomos de buceo. Nacía entonces una nueva designación para los buzos; el buzo de combate.
Dentro del US Navy el buzo fue una figura consolidada y tuvo un papel importante en todas las bases navales americanas. Casi todas las naciones beligerantes utilizaron buzos en operaciones especiales, con equipamientos rudimentarios y prácticamente desarmados.
Las tareas principales que desempeñaban eran por un lado de reconocimiento, y por otro, de demolición, destruían los obstáculos submarinos naturales o artificiales para facilitar las maniobras militares. Además también trabajaban en la reparación de puentes, de embarcaciones, colocación y retiro de minas, recuperación de objetos sumergidos y un sin fin de trabajos de ingenieria, carpintería y mecanica bajo el agua.
La U.S. Navy comenzó a desarrollar sus propios grupos de buceadores de combate tras el desastre ocurrido en el desembarco de Tarawa en 1943. Todas las fotos de reconocimiento aéreas fallaron y no detectaron los bajos arrecifes de coral que había en las playas. Los barcos de la armada quedaron atrapados en los arrecifes y las tropas se vieron obligadas a saltar a los botes y comenzar su viaje a tierra bajo el fuego de las ametralladoras japonesas.
Asi la USN vio la necesidad de contar con unidades de reconocimiento y demolición a las que denominaron "Naval Combat Demolition Units", antecesores directos de los actuales "SEAL". Estos se organizaron y entrenaron en Fort Pierce, Florida y llevaron a cabo misiones en ambos teatros de la guerra, tanto en el Atlántico como en el Pacifico.