Fabrizio Fabri, empresario italiano, emprendedor y buen navegante ha puesto en marcha una idea, tan simple como genial, que seguro interesará a todos los amantes del mar y a propietarios de barcos.
Luis Manrique Aguilera Socio nº 138 - Ingeniero Técnico Industrial - Presidente de Compuniver Group, S.L.
“En mi visión lo que va a crearse es un gran club náutico internacional” Fabrizio Fabri.
El proyecto se llama intercambiobarco.online. Se trata de una plataforma digital que se ha creado con la intención de poner en contacto armadores de todo el mundo, con el fin de compartir, de forma gratuita el uso de sus barcos.
La base sobre la que se desarrolla la idea es la de poner a disponibilidad de otros el uso del barco propio a cambio de conseguir otro en cada puerto donde haya un miembro del portal. No hay limitaciones de tamaño o tipos de barcos, velero o motor.
El servicio ofrecido tiene una ventaja añadida, más allá de la capacidad de posibilitar la navegación en lugares lejanos de nuestro puerto de origen y es la de tener un apoyo logístico para visitar ciudades y destinos turísticos, desde una residencia flotante como base. No está nada mal visitar Oslo, Venecia, Vigo, Masnou, New York o Ámsterdam, teniendo allí un barco como base operativa.
La plataforma está estructurada para el intercambio de barcos, pero también para el intercambio de vacaciones en barco. De esta manera, aquellos que no confían demasiado en dejar su barco en las manos de otros, estarán más tranquilos. Con esta modalidad si nos interesara navegar en una zona con la que no estamos familiarizados, por el clima o por las condiciones geográficas o meteorológicas, entonces buscaremos un barco en esa zona donde el armador pueda ser mi patrón, y luego posteriormente devolver la hospitalidad a la inversa.
Hay que inscribirse en la página, completar el registro insertando los datos, información y fotografías e inmediatamente se accede a un club que recoge entusiastas de la náutica distribuidos en 245 puertos deportivos por 25 países. Hay barcos inscritos en lagos de agua dulce, que también puede representar un atractivo para el navegante habitual.
Uno dice lo que ofrece y establece lo que busca y cuando dos usuarios tienen deseos coincidentes, el intercambio está hecho. La inscripción es gratuita, al menos para aquellos que decidan sumarse en esta fase inicial, es posible que más adelante haya que pagar una pequeña cuota.
Esta idea ya está funcionando muy bien en el caso de la vivienda, sobre todo en Estados Unidos y Europa, y apenas iniciándose en nuestro país, por nuestra especial visión del uso privativo de la propiedad. En el caso de la náutica, y viendo el poco uso en general que se le da a las embarcaciones, sería una buena solución para amortizar nuestros barcos, combinando navegación, turismo y relaciones sociales.