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Sostenibilidad y gastronomía se funden en Pescados y Pecados

Restauración

Finalizan estas jornadas gastronómicas del restaurante del Club Náutico de Altea que han tenido lugar durante los meses de octubre, noviembre y diciembre.

La Asamblea General de Naciones Unidas declaraba el 2022 como el Año Internacional de la Pesca Artesanal con el objetivo de poner en valor este tipo de pesca.

 

El Club Náutico de Altea en su compromiso con la defensa del medioambiente ha querido aportar su granito de arena a este evento internacional y ofrecer unas jornadas gastronómicas donde poner en valor los productos de la pesca artesanal. En colaboración con el historiador alteano Juan Vicente Martín Devesa se han diseñado tres cenas didácticas para aprender y disfrutar, cada una de ellas centrada en un tema que ha sido desarrollado desde la perspectiva mediterránea de la pesca artesanal y dónde se ha hablado de las tradiciones marineras alteanas.

 

De la mano de nuestro chef Fran Dominguez, el restaurante del Club Náutico de Altea, Bon Vent, ha creado tres menús de vanguardia, donde se han puesto en valor los pescados menos comerciales con elaboraciones sorprendentes que han permitido que los comensales vivieran una experiencia gastronómica única.

 


La primera jornada tuvo lugar el viernes 28 de octubre bajo el lema “El arte de la pesca”. Los salones de Bon Vent se vistieron de tradición marinera para recibir a los comensales. Tres fotografías de gran formato encabezaban la sala, una línea de tiempo que permitía ver la evolución de la pesca, comenzando por un grafiti antiguo esculpido en una piedra que representa una embarcación de vela latina, pasando por una foto de principio de siglo de un barco de pesca con las redes de pesca en la playa de la roda de Altea y terminando por una imagen descomunal de un gran arrastrero.

 

En la mesa (una única mesa en forma de “U” para generar interacción entre los asistentes) se encontraban apoyadas en cada plato unas tarjetas que formaban un bonito juego visual a modo de exposición fotográfica. Cada una de ellas tenía impresa una fotografía diferente, en su mayoría fotografías antiguas de Altea relacionadas con la pesca tradicional, todas ellas representaban un tema que se trataría entre plato y plato por el historiador. En el reverso el menú especificado y el maridaje, se trataba de las minutas de la cena.

 

 

Los asistentes fueron recibidos en la cafetería con un aperitivo didáctico de la mano del historiador Martín Devesa, quien explicó la sostenibilidad en las artes tradicionales de pesca y cuáles son los valores medioambientales del consumo de pescado menor. Tras el aperitivo los comensales pasaron al salón para comenzar la cena que estuvo encabezada por una original Gominola de Boquerón y  posteriormente unas Migas de Salmonete. Como plato principal el chef Fran Dominguez presentó unos tallarines de caballa emplatados sobre un plato pintado de azul y con una salsa a añadir con base de pescado. Cada plato fue presentado con su maridaje de vino.

 

 

Entre plato y plato los asistentes pudieron disfrutar de las explicaciones didácticas del historiador y fueron guiados por el chef de Bon Vent para entender la elaboración y los ingredientes de cada plato. Para terminar, un postre que no dejó indiferente a ningún asistente, canelón de mango y langosta con toques cítricos, un postre único creado por el equipo de Bon Vent especialmente para cerrar esta primera jornada de pescados y pecados.

 

 

 

Dos semanas después volvían a llenarse las inscripciones para la segunda jornada del viernes 11 de noviembre, en esta ocasión el lema de la cena era la temporalidad de los pescados. En esta segunda experiencia los asistentes disfrutaron de una cena tipo cocktel, de pie, con mesas de apoyo para generar una cena interactiva entre los asistentes con un menú de siete platos, a cada cual más sorprendente.

 

La velada transcurrió con explicaciones del historiador y el chef de Bon Vent entre plato y plato, unas elaboraciones donde nada era lo que parecía, trampantojos culinarios que a la vista simulaban una cosa y una vez en boca eran otra.

 

Para terminar todos los asistentes fueron obsequiados con un ejemplar del libro Herencia Mediterránea , un viaje por el origen y evolución de nuestra alimentación.

 

 

El cierre de las jornadas tenía lugar el viernes 9 de diciembre, una última cena para cerrar ésta triada gastronómica sobre sostenibilidad y tradición marinera alteana.  Bajo el lema “Platos históricos” la cena giró alrededor de la historia de la gastronomía tradicional mediterránea y   su lógica, centrada en los platos de pescado. Todo el menú se basó en una original reinterpretación del caldero marinero, presentado en 4 pases, empezando con el esqueleto de los pescados, seguido de las verduras y la carne del pescado, para terminar con el postre, donde se encontraba el arroz.

 

El Club Náutico de Altea y su restaurante Bon Vent cierran con éxito estas jornadas gastronómicas que han pretendido divulgar la importancia de la pesca artesanal y de conocer y vincularnos con nuestro pasado marinero. La organización agradece a los colaboradores y patrocinadores que han ayudado a la realización de estas jornadas; la Regidoria de Comerç del Ayuntamiento de Altea, Pescados Moltó, Pescados Martí, Luga Bodegas, Bodegas Borpe y Vinícolas.


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