Las jornadas gastro-literarias del restaurante del Club Náutico de Altea vuelven a no dejar indiferentes a sus comensales.
El restaurante del Club Náutico de Altea, Bon Vent, está marcando la diferencia organizando jornadas que van más allá de lo meramente gastronómico, ofreciendo a sus clientes experiencias más enriquecedoras para acercar la cultura de mar. Menús de vanguardia, con platos únicos diseñados para cada evento, donde los comensales pueden sorprender a sus paladares al tiempo que viven una experiencia didáctica sobre la cultura e historia náutica y marinera de nuestra costa.
La pasada noche del sábado 16 de noviembre el restaurante del Club Náutico de Altea, Bon Vent, volvió a ofrecer unas jornadas gastronómicas con su especial sello de identidad. En esta ocasión fue una cena dedicada a la literatura náutica. Bajo el nombre de “Cinco libros, Cinco Platos”, Bon Vent propuso un viaje por cinco obras literarias marineras. Se trató de un recorrido por las referencias gastronómicas que aparecen en los cinco libros que se han tratado en el Club de Lectura del CN Altea de 2024 en su ciclo Cuentos de todos los mares.
La velada arrancó a las 20:00 horas con un aperitivo amenizado por le historiador Juan Vicente Martín Devesa, quien introdujo a todos los asistentes en la temática de las jornadas y les acompañó durante toda la noche para contextualizar en la historia y en la literatura los platos y sus ingredientes.
El chef Fran Dominguez realizó cinco creaciones únicas que no dejaron indiferentes a los comensales. Cada plato, acompañado de su maridaje, ofreció una combinación de sabores y texturas que dieron que hablar.
El primer plato, bajo el nombre de Tako Taro, consistió en un Sashimi de pulpo con Taro y Coco, fusionando el Pulpo con el Taro ( llamaba patata china) y con lascas de coco fresco. El segundo plato, la Sirena de Cunqueiro, fue una gamba rellena de Higo y Americana ( Salsa de gamba) con toques de Queso fresco y Tomillo. A continuación, dio paso el Ranxet de a bordo, unos salmonetes al vapor con Lentejas Negras guisadas con el caldo de las espinas. Para finalizar la parte salada los asistentes disfrutaron del Cochinillo Salgari, un cochinillo a baja temperatura, con níscalos confitados y salsifí salteado con mantequilla tostada.
Para terminar la velada y finalizar con un toque soprendente se sirvió el postre Conradet, una reinterpretación del típico "cremaet", una espuma de "cremaet", una galleta aireada de café y granos de chocolate. Todo aromatizado con un agua citrica.
Así se cierra una nueva edición de las jornadas gastronómicas de Bon Vent, donde la gastronómía se funde con la didáctica para conocer más acerca de nuestra cultura de mar y las tradiciones marineras de Altea y su entorno.