El proyecto impulsado por el Parque Natural de la Serra Gelada recoge sus colectores de nacra instalados en aguas del parque para ver los resultados de esta temporada.
La nacra (Pinna nobilis) es el molusco bivalvo endémico del Mar Mediterráneo más grande capaz de alcanzar 120 cm de longitud y 20 años de vida. Actualmente está catalogada como especie en peligro crítico según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Durante 2016 se produjo en el mar Mediterráneo un evento de mortalidad masiva que acabó con la mayor parte de las poblaciones del levante español, causado por el protozoo Haplosporidium pinnae, que parasita las glándulas digestivas de estos animales, dificultando su alimentación y causando finalmente su muerte.
La esperanza para la supervivencia de esta emblemática especie radica en que estas poblaciones se reproduzcan y se lleve a cabo la dispersión de larvas a otras zonas, donde juveniles resistentes al parásito puedan colonizar y repoblar los fondos marinos.
Desde el Parque Natural de la Serra Gelada y su entorno litoral, por segundo año consecutivo, se está participando en la instalación de colectores de nacra. Se han utilizado dos sistemas; por un lado unas bolsas de malla rellenas de restos de redes y por otro unos cabos gruesos.
A principios de julio, el equipo del Parque Natural llevó a cabo la instalación de estos dos sistemas sumergiéndolos en una zona cercana a la Isla Mitjana.
Durante estos seis meses han permanecido bajo el agua con el fin de que funcionen como sustrato para que las larvas pelágicas de la Pinna nobilis se queden fijadas sobre estos filamentos de redes y cuerda.
La mañana de este miércoles 15 de noviembre el equipo del Parque Natural de Serra Gelada se ha trasladado hasta la Isla Mitjana para retirar los colectores. Una vez en puerto, en la caseta de Vigilancia Marítima ubicada en el Club Náutico de Altea, se ha procedido a revisar detenidamente cada colector en busca de algún ejemplar que haya crecido en el entramado de filamentos. El año pasado se encontró un ejemplar pero en esta ocasión no se ha encontrado ninguno.
Durante esta semana también se revisaron los colectores situados en el cabo San Antonio en Denia y se obtuvieron un total de cuatro ejemplares. Las larvas han sido trasladadas a las instalaciones del IMEDMAR-UCV donde serán alimentados y podrán desarrollarse hasta que puedan ser identificados.
Al acto han acudido el presidente y el gerente del Club Náutico de Altea, Francisco Fresneda y Joaquim Such, el director del Parque Natural, Ángel Enguix, Vicent Castañer, Daniel Gilabert y Joan Segovia, técnicos del equipo de guardacostas del parque, Carlos Ubeda, técnico de medioambiente del Ayuntamiento de Altea, Juan Usó, del equipo de Educación Ambiental del Parque, y Manon Navarro, alumna en prácticas de la Universidad Politécnica de Valencia.
Se trata de un proyecto que se enmarca dentro de dos iniciativas; Life Pinanarca del IMEDMAR de la Universidad Católica de Valencia y la Red pan-mediterránea de colectores de larvas de nacra, en la que participan más de 40 entidades de ocho países de todo el Mediterráneo.