El restaurante del Club Náutico de Altea ha superado con nota todas las revisiones realizadas por la empresa Siggo.
El sector de la hostelería tiene ante sí nuevos retos, por un lado cumplir con la legislación vigente cada vez más exigente en materia sanitaria, producir alimentos seguros y saludables, y por otro lado satisfacer las exigencias de sus clientes, que cada vez valoran más la posesión de sistemas de calidad alimentaria certificados.
El restaurante del Club Náutico de Altea en su esfuerzo continuo por ofrecer un buen servicio y cumplir con los estándares de calidad monitoriza diariamente su sistema de APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico). Desde el servicio de restauración del Club, su responsable de economato, administración y calidad Lya González, controla periódicamente que el estado de limpieza y orden de todos los espacios, utensilios e instalaciones del restaurante sea el correcto.
Para garantizar la seguridad a nuestros clientes es necesario que éste trabajo tenga una evaluación externa y por ello Bon Vent se somete cada trimestre al menos a una auditoria de higiene alimentaria realizada por la empresa y laboratorios de seguridad alimentaria Siggo.
Tras una revisión exhaustiva de las cámaras frigoríficas y timbres, de las diferentes zonas de la cocina, almacén, zona caliente, cuarto frío, etc, los técnicos de Siggo comprueban que el trabajo de todos los integrantes de la cocina se realice de forma correcta. Además se toman muestras aleatorias de diferentes puntos de la cocina y utensilios para hacer posteriormente un análisis microbiológico en laboratorio.