Los investigadores se sorprenden ante la tardía llegada de estos animales con las circunstancias a favor de la temperatura del mar que se está produciendo.
El instituto de Ecología Litoral de la Comunidad Valenciana (IEL) elabora un boletín de alerta de medusas cada temporada de baño para informar a los bañistas sobre la probabilidad de encontrarlas en el agua. No ha sido hasta el día de ayer, 9 de agosto, que el IEL emitía el primer boletín de alerta de medusas en toda la zona de Alicante Centro, incluida la bahía de Altea.
Esta semana han comenzado a avistarse medusas en las playas de Altea, un hecho que sorprende dada la tardía época en la que han llegado.
“Es algo inusual que no haya enjambres de medusas en las costas valencianas, como acostumbran estas épocas del año”, declaraba el jefe de investigación del Área marina del Instituto de Ecología Litorial (IEL) a finales de julio.
Se trata de una tendencia que parece ir a contracorriente ya que cada año las poblaciones de medusas aumentan en los mares del mundo. El aumento de la temperatura del agua es uno de los factores que propicia su multiplicación. Y con registros de 28 grados como los medidos esta semana que sitúan el Mediterráneo en niveles tropicales no es precisamente este el factor que ha fallado.
Las medusas aumentan
Es entre el comienzo de la primavera y el final del verano cuando la presencia de cnidarios es notable en las costas del Mediterráneo coincidiendo con el aumento de la temperatura del agua, una de las claves para entender por qué cada año llegan más medusas a estas zonas.
Sin embargo, no es el único factor que explica que cada año haya más medusas puesto que la disminución de los aportes fluviales a las zonas del litoral hacen que haya una diferencia de salinidades entre el agua de la costa y el mar abierto, y que cuando los vientos cambian las medusas se acercan a la costa por haber una menor densidad del agua, que afectaría negativamente a su flotabilidad.
La sobrepesca también es una de las causas más probables del incremento de las poblaciones de estos cnidarios debido a que la disminución de algunos peces, que compiten con las medusas por el plancton, favorece su desarrollo.
Inicio de verano sin medusas
Tras dos años de pandemia por la covid-19, la Comunitat Valenciana parece ir contra esta tendencia, que no se está cumpliendo este año en sus costas. Este julio ha habido avistamientos de medusas pero no de enjambres, algo que es “inusual” según Juan Guillén, investigador del IEL.
“Lo habitual es que desde las dos grandes zonas de producción de plancton, como son el mar de Alborán en el sur del Mediterráneo, y el Golfo de León, al norte de las Islas Baleares, los vientos y corrientes hubieran desplazado alguna masa de agua que acercase enjambres de medusas”, explica Guillén.
Estos ciclos marítimos acercan a estos animales a las costas y hacen que se queden atrapados, aunque también depende de la dinámica poblacional y estacional de cada especie de medusas.
Ya ocurrió en abril de este año, cuando miles de ‘medusas velero’ llegaron a las orillas de la playa de Dénia, y algo parecido sucedió el mismo mes en 2021, cuando las medusas conocidas como ‘lágrimas del mar’ quedaron varadas en la cala Cantalar, en Alicante, un suceso que es muy común en verano pero que todavía no ha ocurrido en estos meses.
“Estas corrientes que no están llegando a las costas valencianas sí lo están haciendo en otras zonas del Mediterráneo como Málaga, Almería, Ceuta y el norte de la costa africana”, ha asegurado el biólogo, que además ha apuntado que aunque se han avistado en la costa central valenciana algunos grupos, “ha sido a una escala muy baja”.
No obstante, parece que la tendencia del comienzo de verano ya está variando, esta semana en la bahía de Altea han comenzado a avistarse diferentes tipos de medusas y el IEL ha sacado una alerta de presencia de medusas para estos días en las zonas de Alicante, Villajoyosa, Benidorm y Altea.
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